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Un mundo Feliz: mercados que desafían la lógica económica

Un mundo Feliz: mercados que desafían la lógica económica

Octubre cerró con desempeño positivo para la mayoría de los activos de riesgo, impulsado por factores estacionales y una liquidez que sigue siendo abundante. Sin embargo, el mercado continúa mostrando señales que nos llevan a mantener una postura cautelosa en nuestras carteras. Este año hemos visto cómo los mercados parecen avanzar por camino propio, sin reflejar plenamente las tensiones políticas ni los desafíos económicos. A pesar de la incertidumbre comercial y fiscal, y datos que apuntan a una desaceleración económica, los activos de riesgo han mantenido su rally.

Rally que en el caso de las acciones americanas acumula seis meses consecutivos, sostenido por políticas fiscales y monetarias expansivas, resultados corporativos sólidos y flujos hacia activos de riesgo. Esta tendencia al alza se ha extendido incluso frente al cese de funciones del gobierno estadounidense, valorizaciones elevadas y una economía que, aunque resiliente, comienza a mostrar signos de fatiga, especialmente en el mercado laboral.

Uno de los principales riesgos para este optimismo es la política monetaria. En octubre, el Banco de la Reserva Federal recortó la tasa en 25 pbs., pero con un tono más restrictivo de lo esperado, lo que generó dudas sobre un nuevo recorte en diciembre. A lo anterior, se suman comentarios de distintos miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por su sigla en inglés) que van en direcciones contrarias; por un lado, Jerome Powell declara que la baja de diciembre se pone en riesgo si siguen navegando a ciegas y sin disponibilidad de todos los datos, debido a un gobierno que sigue funcionando a medias. Por otro lado, están otros miembros, que con miras a ser el siguiente Chair, emiten declaraciones más favorables a continuar bajando las tasas, y eventualmente de manera agresiva. El mercado descuenta entre dos y tres recortes para 2026, mientras que el propio Fed proyecta solo uno, lo que genera un desacople de expectativas que nos lleva a ser prudentes en renta fija.

En este contexto, el dólar mostró un rebote en octubre tras haber caído un 10% en la primera mitad del año. Este repunte se vio impulsado por el tono más hawkish del Fed, el shutdown del gobierno y preocupaciones fiscales relativas. Si bien la trayectoria del dólar en el corto plazo es incierta, y las perspectivas para monedas de países desarrollados en el corto plazo no son positivas, en el mediano plazo esperamos que el dólar retome su tendencia depreciativa, y que monedas más desacopladas de sus fundamentos -particularmente emergentes- se vean más favorecidas. Esto históricamente también eleva precios de materias primas, reforzando las buenas perspectivas para mercados emergentes.

El oro, que venía de máximos históricos, sufrió en octubre la mayor corrección intradía en más de una década, cayendo entre 5% y 6% en un solo día. A pesar de esta volatilidad, mantiene su atractivo como activo refugio en un entorno de incertidumbre política y comercial, y valorizaciones elevadas en renta variable. La expectativa de nuevos recortes de tasas, la demanda persistente de bancos centrales e ETFs, y la comparación relativa con acciones globales refuerzan su rol defensivo.

En mercados emergentes, Latinoamérica continúa exhibiendo atractivo, en un entorno global de debilidad del dólar, política monetaria expansiva de parte del Fed, diversificación de flujos internacionales, repunte de precios de materias primas y valorizaciones atractivas. El mercado accionario brasilero tiene sólidos fundamentos, y se ha visto favorecido por entrada de flujos de inversionistas extranjeros, en tanto los locales aún mantienen una baja proporción de su portafolio en acciones locales.

China, por su parte, enfrenta alta volatilidad tras eventos políticos y datos económicos que no despegan. Aunque el Cuarto Pleno reafirmó el foco en tecnología y consumo, aún no se han implementado medidas concretas para estimular la demanda interna. De todas maneras, creemos que el gobierno está pendiente de lo que suceda en el mercado accionario, y podrá seguir brillando como el mercado emergente de mayor tamaño.

En este contexto, y a pesar de una serie de políticas “indeseables” durante octubre, la volatilidad de los distintos mercados bajó de manera significativa. De esta manera y de cara a noviembre, mantenemos la posición neutral en acciones, con sobreponderación en mercados emergentes y Estados Unidos, a través de una estrategia diversificada entre estilos y tamaños. Europa, Reino Unido y Japón continúan subponderados debido a riesgos estructurales y fiscales. En renta fija, mantenemos la subponderación, con duración casi neutral y preferencia por deuda emergente soberana y corporativa. Por su parte, se mantiene la posición en oro como activo defensivo, al igual que la posición en caja, como refugio ante eventos que puedan inyectar volatilidad al mercado.

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